Hoy, 28 de agosto del 2011, se conmemoran ocho años de la entrega del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). La comisión se encargó de sacar a la luz lo ocurrido en 20 años de conflicto armado interno que marcó la historia del Perú. Con las conclusiones del informe, también se encontraba el Plan Integral de Reparaciones (PIR), dirigido al Estado peruano. En él, se especifica la necesidad de hacer reparaciones individuales y colectivas en salud, educación, entre otras, para las víctimas y familiares de víctimas de la violencia. Si bien esto fue presentado al entonces presidente Alejandro Toledo, en el 2003, poblaciones enteras alrededor del país siguen esperando que el Estado ponga en práctica dichas recomendaciones que, por casi dos gobiernos, no han sido prioridad para los mandatarios.

Si bien durante el gobierno de Alan García se estableció el Consejo de Reparaciones y la creación del Registro Único de Víctimas, también se fijó una cantidad de dinero para las reparaciones individuales, que llegaba a ser 10 mil soles. Ante esta cifra, numerosas asociaciones de víctimas criticaron la medida, declarando que, en otros casos que no involucraban derecho humanos, las reparaciones han llegado a ser de millones de soles.

Ante esto, el actual gobierno ha evaluado aumentar el presupuesto anual de las reparaciones de 40 millones de soles, a más de 100 millones. Esta propuesta y lo dicho por el Presidente del Consejo de Ministros, Salomón Lerner Ghitis, quien manifestó que el objetivo era cumplir con las reparaciones al 50% de las víctimas del conflicto para el 2016, parece demostrar que estamos frente a la oportunidad de que las reparaciones no sean únicamente una promesa.

Cada año se celebra la entrega del Informe Final de la CVR,  a la espera de que el documento sea tratado seriamente y que sus recomendaciones sean tomadas en cuenta, no solo por la reparación de lo ocurrido, sino para la inclusión de ciudadanos olvidados años atrás.